La Premier League es, para la gran mayoría de los mortales, el pico de su carrera. Llegar tan alto es la meta, lo que justifica tragar con tanto barro y sinsabores. Por eso mismo, hay mil historias de working class heroes en el fútbol inglés. Ellos crearon el fútbol, y nadie escribe mejor estas historias dignas de un biopic hollywoodiense. Tras varios años echando en falta un nuevo integrante de ese tipo de futbolistas, parece que Jamie Vardy tendrá un acompañante. Ollie Watkins es el último en vivir su gran sueño.
👣 Exeter, el primer paso hacia la cumbre
Pese a nacer en Torquay, en el seno de una familia que no destacaba por su potencial económico, los primeros pasos como futbolista los dio en la localidad que tenía al norte. El Exeter City sería el primer club de Ollie Watkins, aunque le rechazaron a los 9 años. Entró un año más tarde, pues no tiró la toalla. Ese tropezón previo moldeó su carácter. Nunca se daría por vencido hasta que lograse su objetivo. Sin tener el talento de su idolatrado Thierry Henry, tenía garra suficiente como para ser decisivo. Poco a poco, fue escalando en las categorías inferiores. El problema que tenía es que, para su club, no tenía el nivel suficiente para el primer equipo. Si un club de League Two (el último escalón del fútbol profesional inglés) pensaba eso de él, era difícil atisbar un futuro brillante.
Watkins recogió el guante. Aceptó irse cedido al Weston-super-Mare, un par de divisiones más abajo. Quería demostrar que sí se podía ganar el puesto. Por mucho que no sonase demasiado apetecible, iba a pelear por su sueño una vez más. En el barro que caracteriza el fútbol no profesional, aquel que vio nacer a Jamie Vardy o Rickie Lambert, se iba a seguir formando su carácter. Y, así como lo hizo en su niñez, lo logró. Su rendimiento merecía una oportunidad en el Exeter City. Una vez más, demostró a todos que se habían equivocado.
Ollie Watkins tuvo que pelear por su puesto en el Exeter City.
🐝 Watkins se hizo un nombre en Brentford
Durante sus años en el suroeste de Inglaterra, el fútbol de Watkins comenzó a florecer. El ímpetu de su juego se asoció con una mayor templanza en los últimos metros. Era cuestión de tiempo que se erigiese como el líder de los suyos. Su extraordinaria campaña 2016/2017 (13 goles y 10 asistencias en 45 partidos) no tuvo premio en la final de los play-offs de ascenso en Wembley. El Blackpool venció 2-1 en el templo del fútbol inglés. Watkins siempre soñó con semejante escenario, pero volvió a caerse. Otra vez más, la determinación del joven de Torquay tenía una prueba de fuego.
Al menos, en esta ocasión, tendría ayuda de un tercero. El Brentford, dentro de su peculiar sistema de scouting, llamó a su puerta tras detectar su talento. Obviando el sinsabor de Wembley, habían visto el valor de Watkins. No dudaron en pagar casi 2 millones de euros por él, sin importar el salto de la cuarta categoría del fútbol inglés a la segunda división. Jugaría de extremo izquierdo, no en la punta del ataque. Él no lo sabía, pero Thomas Frank le estaba haciendo mejor jugador. Cuando llegase una más que segura oferta millonaria por Neal Maupay (el inquilino de la delantera), Watkins estaría listo para ser su sucesor. La temporada de su vida estaba al caer. Marcó 25 goles en 45 partidos en la 2019/2020 y fue nombrado mejor jugador de la Championship. Solo tuvo un lunar que dejó una incómoda sensación de déjà vu: volvió a perder un play-off de ascenso en Wembley.
👊🏼 El Aston Villa le permitió la revancha en Wembley
Su excepcional año, así como en League Two, le valió su billete individual a la Premier League. El Aston Villa pagó 34 millones por él, cifra récord de la historia del club. Todo el barro, las caídas y la poca confianza en sus inicios habían cobrado sentido. Nadie le había regalado nada, sino que se lo ganó yendo a por todo balón dividido como si fuese el último. Esa sensación de objetivo cumplido llegó un año después de su llegada a Villa Park, cuando Gareth Southgate le convocó con la Selección Inglesa. Su debut fue en Wembley, el estadio que más le había hecho sufrir. Ante San Marino, jugó 25 minutos y marcó el 5-0 definitivo. Había cerrado un círculo.
Quizás, nunca logre ser tan bueno como Thierry Henry. Su talento es distinto, pues se ha endurecido en las categorías inferiores y no bajo los focos. Igualmente, Ollie Watkins no puede estar decepcionado. Ha continuado esa estirpe de jugadores que estuvieron fuera del circuito profesional inglés. Y todo ha llegado tras ser rechazado con 9 años. Sin su tesón, hubiese sido imposible. Ahora, el siguiente paso lo dará bajo la tutela de Unai Emery. Con él como referencia goleadora y el vasco en el banquillo, el Aston Villa puede regresar a la Champions League. Así como hizo Jamie Vardy con el Leicester, el cielo es el límite para el nuevo working class hero de la Premier League.
